lunes, 18 de abril de 2016

Jubileo del Seminario e Institución Ministerio Lectorado



El IV Domingo de Pascua, el del “Buen Pastor”, y coincidiendo con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, los seminaristas de los Seminarios Mayor y Menor de Jaén, así como los jóvenes del Centro Vocacional, Manuel Aranda, participaron en el Jubileo, en este Año Santo de la Misericordia.
A las 11.30 de la mañana, en el Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, dio comienzo el Jubileo de los seminaristas, que estuvo presidido por el Sr. Obispo, Don Ramón del Hoyo. Allí, la lectura del Evangelio de la “Vocación de Mateo”, dio inicio a la peregrinación hasta la Puerta Santa del Perdón de la Catedral, del Sr. Obispo, de los seminaristas, del Rector del Seminario, y del resto de los sacerdotes que participaron en el Jubileo, así como de los familiares y amigos de los seminaristas.


Durante la Eucaristía, en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y por las Vocaciones Nativas, Don Ramón del Hoyo insistió en la necesidad de vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa, y se unió a la oración del Santo Padre, “para que siga enviando obreros a su mies”.
El Obispo se refirió en la homilía a los dos seminaristas que posteriormente iban a recibir el Ministerio del Lector, y lo hizo con estas palabras, “desde hoy debéis escuchar vosotros mismos, antes que proclamarla, esa Palabra de Dios que nos forma, nos salva, nos transforma y nos alimenta, y así conservarla en vuestro interior”. También el Sr. Obispo quiso reflexionar sobre el Evangelio proclamado en la Eucaristía, el del “Buen Pastor”. Ante el discernimiento de las vocaciones, Don Ramón afirmó “Supone, y le precede una mirada muy especial de Jesucristo, que es quien elige y capacita. Se trata de una mirada misericordiosa, que respeta la libertad del ser humano, y que espera una respuesta decidida. Jesús no quiere medias tintas, o es todo, o no es nada”
Tras la homilía, el Sr Obispo otorgó a los seminaristas de cuarto curso, José Navarrete y Jesús María Almagro  el Ministerio del lectorado. Arrodillados a los pies del Obispo, recibieron de éste el citado Ministerio, un momento muy emotivo para estos dos seminaristas y sus familias que quisieron acompañarlos en este día.
Al término de la Eucaristía, y tras rezar todo el pueblo de Dios congregado, la oración de la Misericordia, Don Ramón del Hoyo dedicó unos momentos a departir con los seminaristas, con sus familias y con el resto de los sacerdotes que participaron en la Santa Misa.

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