La Parroquia de San Pedro Pascual acogió, la
noche del pasado día 7 de diciembre, la Vigilia de Jóvenes de la Inmaculada de
Jaén, que estuvo presidida por el Obispo diocesano, Don Amadeo Rodríguez Magro,
que y contó con la presencia de numerosos jóvenes que participaban, desde
primera hora de la tarde en el Seminario en los actos de la Víspera de la
Solemnidad de la Purísima Concepción.
Durante la celebración de la
Eucaristía, dos seminaristas de quinto curso, Jesús María Almagro y José
Navarrete recibían, de manos del Pastor del Santo Reino, el Ministerio de
Acólito. La ceremonia se realizó después de la homilía. Los dos seminaristas se
arrodillaron ante el Obispo para recibir su bendición. Acto seguido, y a modo
de signo, recibieron de manos del Obispo, la patena, como símbolo de lo que
supone este nuevo Ministerio que reciben, y con el que a partir de ahora se les
otorga la función de servir el altar, dar la Sagrada Comunión, y la de exponer
el Santísimo Sacramento, entre otras funciones.
Homilía
Antes de este rito, Don Amadeo pronunció una homilía dedicada a la Virgen María, en la víspera de la Solemnidad de su Inmaculada Concepción. El Prelado jiennense dijo que “María logró romper la barrera del mal y del pecado, y abrió la brecha de la santidad, de una vida nueva, de una vida en gracia para todos nosotros”.
En este sentido, y poniendo a
María como ejemplo de aceptación de la voluntad de Dios, Don Amadeo incidió en
la idea de que “la vida y la historia de María también puede ser
nuestra vida y nuestra historia. Es verdad que nosotros llevamos la marca del
pecado, que no llevaba María, pero también es verdad que en el Hijo de María,
en su muerte y en su resurrección hemos recuperado la santidad primera y
nuestra vida puede brillar con la misma luz, con la misma santidad que la de
María”. El Obispo
interpeló a los jóvenes sobre su relación con Cristo, y les dijo que “La fe es un encuentro personal con Jesús que
transforma la vida”.Antes de este rito, Don Amadeo pronunció una homilía dedicada a la Virgen María, en la víspera de la Solemnidad de su Inmaculada Concepción. El Prelado jiennense dijo que “María logró romper la barrera del mal y del pecado, y abrió la brecha de la santidad, de una vida nueva, de una vida en gracia para todos nosotros”.
En referencia a los dos
seminaristas que iban a recibir el Ministerio del Acolitado, Jesús María y
José, el Pastor jiennense, afirmó: “Lo
mismo que a María, les ha pasado a estos dos muchachos: que se ilusionaron por
seguir al Señor, por seguir la llamada del Señor y por vivir en el Señor. Pero
para que eso pueda suceder primero hay que estar dispuestos a escuchar el paso
de Jesús por nuestra vida y estar disponibles a saber dialogar con Él, saber
decirle, ‘hágase en mí según tu Palabra’, ya que para Dios
no hay nada imposible”
Los seminaristas, acompañados de
sus familias, amigos y de miembros de las comunidades parroquiales de San Pedo
de Sabiote y San Juan Bautista de Arbuniel, de donde proceden los nuevos
acólitos, vivieron con intensidad y con una gran alegría la nueva misión que la
Iglesia les ha encomendado en su camino hacia el sacerdocio.
Sus familiares y amigos también
quisieron de alguna forma participar durante la Eucaristía, y para ello se
encargaron de la lecturas, de las peticiones y de las ofrendas. Durante la
Comunión, junto con el resto de los sacerdotes que les acompañaron: formadores
del Seminario, el Rector y Vicerrector, y otros presbíteros diocesano… José y
Jesús María dieron la Comunión a los fieles que se acercaron a recibir a Jesús
Sacramentado, entre ellos a sus padres, abuelos y hermanos.
La Eucaristía concluyó con la
foto de familia de los seminaristas con el Obispo, con sus formadores y con sus
familias y la alegría de saber que a Cristo sigue llamando obreros a su mies.
El resto de los jóvenes, citados
a la Vigilia de la Inmaculada por la Coordinadora de Jóvenes Católicos de la
ciudad de Jaén, regresaron al Seminario donde prosiguieron la celebración de la
Vigilia que concluyó con una convivencia.
FUENTE: DIÓCESIS DE JAÉN
FUENTE: DIÓCESIS DE JAÉN
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