Empezamos un nuevo curso
cargado de nuevos propósitos y con las fuerzas y las ganas de estar abiertos a
la voluntad de Dios y a su envío. En este mes de Octubre en el que recordamos
la Misión de forma especial comenzamos las oraciones vocacionales eligiendo
como título de la primera: “Heme aquí
Señor, envíame”, así hemos querido expresar nuestra disponibilidad a la
misión que Dios nos tiene preparada para cada uno de nosotros.
La oración ante el
Santísimo comenzaba con la lectura del Evangelio según san Mateo (Mt 10,7-13)
donde el Señor manda a sus discípulos a proclamar el reino de los cielos y
obrar en su nombre. Tras la lectura, una reflexión, y después un silencio
orante con música de Taize para la ambientación.
Más tarde se hizo una
dinámica que consistía en escribir en un papel el compromiso misionero que le
ofrecemos a Dios y pegarlo en el camino que surgía a los pies del altar
simbolizando el camino de la vida y el camino del Evangelio. Mientras se hacía
la dinámica se cantó la canción “alma misionera” cuya letra refleja muy bien el
significado de la dinámica y del lema de esta primera oración vocacional.
Terminábamos con las
preces, pidiendo especialmente por las vocaciones, las misiones y por los
frutos de la nueva exposición vocacional que inaugura el seminario y que lleva
por nombre “ENREDADOS”, finalizábamos con la reserva del Santísimo y el canto a
María: mujer de ejemplo a seguir en su misión y seguimiento a Cristo.
Agradecemos a las Siervas
de los pobres, hijas del Sagrado Corazón de Jesús, de Jaén por haber aceptado
nuestra invitación este mes y a todos
los que cada mes acuden a nuestras oraciones vocacionales tan fielmente.
Hagamos y sintamos el Seminario como casa de todos, de una Iglesia unida por
una misma misión. Gracias de corazón a todos.
Samuel Valero
Seminarista de primer curso