Como todos los años, antes de empezar el nuevo curso, todos los seminaristas cogemos fuerzas gracias a los ejercicios espirituales en los que tenemos la oportunidad de adentrarnos junto al Señor.
Esta vez ha sido D. José Emilio Cabra, el director espiritual del Seminario Diocesano de Málaga, el encargado de predicar los ejercicios durante estos días en los que hemos estado en la sierra granadina. Él nos ha ido dando las pautas durante estos días para un trato más íntimo con el Señor: nos recordaba cómo Dios tiene que estar en el centro de nuestra vida, de nuestro corazón y cómo desde un trato atento, sencillo y de amistad con Cristo viene con naturalidad todo lo demás. Aprovechamos, también, para darle las gracias por su disponibilidad y entrega que tanto nos ha ayudado.
Además, el entorno de Sierra Nevada y la casa donde nos alojábamos nos ambientaban en esa quietud necesaria para el encuentro profundo con Dios y nos ponía fácil ese retiro de nuestra rutina y de nuestros apegos que a veces no nos dejan escuchar su voz.
Estamos todos muy agradecidos de haber compartido estos cinco días intensos, a la vez que necesarios, para llenarnos del Señor y empezar el curso de su mano, con deseos de aprender y configurarnos más con Él.