
Entre los días 30 de marzo al 1 de Abril tuvo lugar en el
Seminario la Convivencia Vocacional de Pre-Pascua “Beato Manuel Aranda”. En la
convivencia participaron 21 chicos de distintos pueblos, entre ellos de Torres
de Albanchez, Cortijos Nuevos, Sabiote, Torreperogil, Jimena, Mengíbar, Martos,
Úbeda y
Lopera. Fue una gran alegría ver
el Seminario lleno de jóvenes que intentan buscar y dar sentido a sus vidas,
respondiendo a la llamada de Jesús. El lema de la convivencia en esta ocasión
fue “TENGO SED”, frase que en la Sagrada Escritura aparece varias veces en boca
de Jesús, y es ideal en estos días de Semana Santa. ¿De qué tenemos sed?, o
mejor dicho ¿de Quién tenemos sed? Estas preguntas han sido el eje de reflexión
de todos estos días de convivencia en el Seminario.

Dábamos inicio el Lunes Santo con la acogida de los chicos y
con un campeonato deportivo
en las
instalaciones del seminario, donde nos dimos a conocer mediante una dinámica.
La primera parte de la tarde los niños estuvieron con el Rector y uno de los
formadores del seminario en la dinámica “Tengo sed I”. Tras la merienda, toda
la comunidad del Seminario Mayor y Menor junto con los chicos de la convivencia
tuvimos la celebración penitencial en la capilla. Fue dirigida por D. Agustín y
D. Juan, directores espirituales del seminario. La reflexión se centró
en que siempre tenemos en nuestras manos
piedras para tirar a los demás, sin embargo, ninguno está libre de pecado. Esas
piedras son nuestros pecados, que después con una dinámica y con el sacramento
de la penitencia presentamos a Jesús. Después de cenar celebrábamos un Vía
Crucis por los patios y exteriores del seminario.

El Martes Santo fue un día especial, un día centrado en la
vocación y en la oración por los sacerdotes. Durante la mañana asistimos a la
Misa Crismal, que fue presidida por nuestro Obispo. En ella se bendijeron los
óleos de los enfermos y catecúmenos, y se consagró el Santo Crisma. Además en
la Eucaristía los sacerdotes asistentes renovaron sus promesas sacerdotales. Al
concluir la Eucaristía, visitábamos las maravillas de la Catedral de Jaén. En
la comida estuvo acompañándonos nuestro Obispo, fue una oportunidad de cercanía
para con los chicos que participaban en la convivencia. La tarde estuvo
centrada en la reflexión del Vídeo Vocacional del seminario “¿Imposible”? Los
chicos mediante una gimkana pudieron reflexionar sobre las diversas etapas y
diversos momentos de nuestra vida en los que Jesús nos puede estar llamando.
Para Dios nada hay imposible, somos nosotros los que tenemos que escucharle y
discernir su llamada, tarea que para nada es fácil y necesita de mucha oración.
Al final de la tarde, mediante otra dinámica en la capilla, tuvimos la oportunidad
de preguntarle a Jesús ¿de qué tengo sed? El agua nos servía como gesto para
quitar la sed, el único que puede quitarnos la sed es Jesús mismo, del mismo
modo
que le decía a la samaritana.
Terminábamos el día saliendo a la calle para ver las procesiones de las
cofradías del
Silencio y la Clemencia, la
cual nos dedicó una “levantá” por el seminario, por la convivencia y por las
vocaciones al sacerdocio.
El último día de convivencia lo trasladábamos a la
naturaleza. Y lo hicimos mediante una excursión a Torres y a la Fuenmayor.
Visitamos las calles y la iglesia parroquial de Torres, acompañado de su
historia. Después fuimos a la Fuenmayor, en plena Sierra Mágina, para disfrutar
y orar a Dios mediante su obra creadora, la naturaleza y el ser humano. Después
de comer, volvíamos al seminario dando por concluida la convivencia.
Han sido unos días intensos, pero llenos de alegría y
emoción para los que vivimos en el Seminario, ya que el ver a tantos niños en
nuestra casa nos hacen sentir esperanzados y felices porque Jesús sigue tocando
los corazones de muchas personas. Les damos gracias a todos ellos y damos
gracias a Dios por habernos regalado esta maravillosa oportunidad donde todos
poco a poco intentamos imitar a Jesús. Seguimos rezando por los jóvenes y por
las vocaciones. Gracias.
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