La Delegación Episcopal de
Juventud preparó para este verano el Camino de Santiago, que un nutrido grupo
de chicos y chicas realizó durante los días 22 al 29 de julio. La ruta,
denominada Camino del Norte comprendía un largo recorrido de 120 km en cinco etapas,
desde la localidad de Villalba (Lugo) hasta Santiago de Compostela.
Desde muy pronto, ya en el
autobús la ilusión y las ganas brotaban de los mismos participantes entre
cantos y risas. El espíritu joven, la dureza del camino y los ratos compartidos
por las tardes unieron mucho a todos los miembros del grupo fraguando en un
intenso sentido de la generosidad, solidaridad y de la atención mutua para
quien necesitara algún tipo de ayuda por la dificultad inherente a la misma
naturaleza de la ruta, que exigían resistencia física así como espíritu
constante y voluntad. Esta parte del camino, no quitaba ápice a otros buenos
momentos por las tardes de descanso, diálogo y juegos con el resto de
compañeros.
Todas estas vivencias tuvieron
más intensidad en los días en Santiago, donde asistimos a la Misa del
Peregrino, en la que la Iglesia nos acogió con los brazos abiertos. En la
ciudad tampoco faltaron las visitas culturales, la música y el pulpo o el
marisco. En resumen, una gran experiencia llena de anécdotas y de conocer
gente, donde la buena gestión, la alegría, el coraje, la oración, el diálogo
con el Señor y su Madre, se dieron cita dando como resultado una aventura que
no acaba sino que mira al futuro a otros encuentros y risas con Jesús y la
Iglesia.
Miguel Conejero
Seminarista