Tras el incidente ocurrido el pasado 22 de diciembre en la Parroquia de San Juan Pablo II, este Domingo día 3 de abril el templo recuperaba su normalidad con la consagración del nuevo altar. Todos los seminaristas acudimos a este acto, que la inmensa mayoría no habíamos vivido previamente.
Nuestro Obispo Don Sebastián, antes de comenzar la celebración, pudo visitar a los usuarios de la Residencia de Mayores "Caridad y Consolación", así como comprobar en primera persona los buenos resultados de la reforma realizada en el templo.
La Eucaristía, presidida por Monseñor Chico, fue concelebrada por los dos párrocos in solidum, Don Juan Francisco Ortiz González y Don Juan Carlos Córdoba Ramos, así como por Don Francisco Javier Martínez Cova, secretario del Sr. Obispo.
Durante su homilía, Don Sebastián agradeció a la Hermandad de la Santa Cena su proyecto con los mayores de la Residencia, y, ya haciendo referencia a las lecturas del día, nos invitó a confiar en el Señor, recordándonos que la figura más fiel y entrañable del Padre es Jesús, y que Él nos dice hoy que no debemos condenar a nuestro prójimo. En lugar de esto, debemos perdonar, ser comprensivos y dar oportunidades a los hermanos, de la misma forma que Dios nos las da siempre a nosotros. Nos recordó que debemos tener en nuestro corazón la mirada misericordiosa de Jesucristo, quien nos invita a no pecar más; y nos ánimo a preguntarnos cada uno de nosotros, en este tiempo de Cuaresma, acerca de qué es lo que hay de viejo en nosotros que tenga que ser renovado por Cristo, apelando a la virtud de la humildad. Que en nuestra vida esté presente Jesucristo, no la sombra del mal.
Y, haciendo referencia al altar, Don Sebastián nos recordó que el altar es el centro, el altar es Cristo, lugar donde se hace patente su acción salvadora. Y el Espíritu Santo garantiza, mediante la unción del altar, que cuanto en él se realiza tiene la fecundidad que simbolizan los ritos sagrados. Comulgar del altar de Cristo exige llevar la vestidura blanca del bautismo. Para finalizar, nuestro Obispo nos exhortó a hacer el propósito de que Jesucristo sea el centro de nuestra vida.
Terminada la homilía, continuaron los ritos propios de la consagración del nuevo altar y la continuación de la celebración eucarística.
Agradecemos a la comunidad de la Parroquia de San Juan Pablo II la oportunidad de participar en esta celebración tan especial. Pedimos por todos vosotros.
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