domingo, 23 de noviembre de 2014
Convivencia Vocacional "Beato Manuel Aranda" Noviembre 2014
El pasado fin de semana, entre los días 22 y 23 de noviembre, el Seminario Diocesano abría sus puertas para acoger la segunda convivencia vocacional “Beato Manuel Aranda” de este curso. A lo largo de la mañana del sábado los siete chicos que participaron iban llegando desde sus respectivos pueblos: Martos, Mengíbar, Jimena, Jaén, Úbeda y Sabiote. Durante la acogida y el saludo de los formadores del Seminario los seminaristas menores prepararon actividades deportivas para empezar a conocernos unos a otros.
El eje central de esta convivencia estaba en el relato de la llamada de Dios al pequeño Samuel (1 Sam 3, 1-21), en definitiva, la llamada que Dios nos hace a cada uno de nosotros, nuestra Vocación cristiana. Por eso en el recorrido de todas las actividades de esta convivencia, la tarea principal era cómo aprender poco a poco a responder generosamente a Dios, después de haber escuchado o intuido la llamada a nuestro corazón. En la mañana del sábado escuchamos el relato de Samuel y su vocación, después mediante una reflexión y unos videos intentamos situar en nuestras vidas lo que teníamos en común con el pequeño Samuel. Nos hace falta estar despiertos para escuchar la llamada de Dios, si estamos dormidos o no prestamos atención a los medios que Dios nos pone en nuestro camino nunca seremos capaces de dar el paso para decir Sí al Señor. Samuel fue el llamado “tres veces”, Dios nos sigue llamando a todos en nuestro corazón, dejemos las puertas abiertas y que él vaya modelando nuestra vida, porque Él sabe dónde está nuestra felicidad.
jueves, 6 de noviembre de 2014
Oración Vocacional de Noviembre 2014.
“Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta”. Con estas palabras famosas de Santa Teresa de Jesús, cuyo V Centenario de su nacimiento la Iglesia está celebrando, hemos realizado la segunda oración vocacional de este curso en nuestra casa, en el Seminario. Y hay que resaltar la gran acogida que tuvimos en la oración, fueron casi 80 personas las que nos quisieron acompañar para rezar por las vocaciones, y es digno de reconocer el esfuerzo y la preocupación de los cristianos que quieren que en la Iglesia no falten obreros en la mies del Señor. En esta ocasión hemos podido disfrutar y orar ante el Santísimo gracias a la ayuda de una de las Santas más grandes de la historia del cristianismo. Nos hemos acercado a Jesús contemplando el pensamiento de Santa Teresa. Ya en la monición de entrada describíamos uno de los objetivos de esta oración: alcanzar la contemplación en medio de las actividades del día a día, de lo cotidiano. Mediante un canto, invocamos al Espíritu Santo para que nuestros corazones estuviesen dispuestos a escuchar a Jesús y su mensaje de Amor.
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