jueves, 7 de mayo de 2015
Las hermanas "Esclavas del Divino Corazón" realizan la Oración Vocacional de Mayo 2015
Comenzamos el Mes de María con una nueva oportunidad para rezar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. El pasado jueves, 7 de Mayo, tenía lugar la Oración Vocacional en nuestra capilla a las 8 de la tarde. En esta ocasión las invitadas a realizar dicha oración fueron las hermanas religiosas “Esclavas del Divino Corazón” de Jaén, que llevan a cargo el Colegio Marcelo Spinola que está en el mismo barrio del Seminario. Como ya sabéis, aparte de la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, se está celebrando en la Iglesia el año a la Vida Consagrada, por ello en este Mes de Mayo hemos querido que nos acompañen estas hermanas nuestras, con la intención de conocer su fundación y su fundador, Marcelo Spinola.
La oración comenzó con la exposición del Santísimo Sacramento. Acompañados de cantos, tuvimos muchos momentos de silencio para orar con Jesús Eucaristía y preguntarnos por la llamada a la vida cristiana. Mediante textos de Marcelo Spinola nos acercamos también al núcleo y carisma de esta fundación: "Jesucristo es fuente perenne de vida, es amor sin fondo no ribera". Es un regalo que la Iglesia nos da el poder compartir tantos carismas y aprender de ellos con el fin de seguir a Jesús y ser felices. Tras los momentos de oración, todos juntos pedimos por las necesidades del mundo y pudimos dar gracias por aquellas realidades que nos afectan. Finalmente se hizo la reserva del Santísimo y nos dirigíamos a María, nuestra Madre, para que ella interceda por nosotros en este camino hacia Jesús. Dejamos en sus manos también a tantas personas que están en duda y no saben cuál es su camino y su felicidad.
Gracias de nuevo a todos los asistentes por acompañarnos en esta Oración Vocacional, sois vosotros los que nos ayudáis en esta labor tan grande y tan urgente en la actual sociedad. Gracias de modo especial a las hermanas religiosas que nos acompañaron y dirigieron la oración. Entre todos podemos llevar al mundo el mensaje de alegría y paz que Jesús mismo nos entregó.
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