UNA SEMANA INOLVIDABLE. Un año más la Residencia Diocesana de “El Monaguillo” de
Ibros ha acogido el campamento de monaguillos y niños, el cual este año ha
contado con 77 participantesde distintos pueblos de nuestra provincia. Con el
lema “que la fe te acompañe” los niños han podido disfrutar de diversas
actividades, catequesis, talleres, gymkanas, juegos nocturnos y teatros como el
del Principito, un curioso personaje que nos ha visitado este año para
enseñarnos que “lo esencial es invisible a los ojos” y para ayudarnos a trabajar
los valores de la esperanza, la alegría, el amor, el respeto, la misericordia y
el compartir.
El hilo conductor de este año era la búsqueda de un
planeta “soñado” que reuniera las características para que fuera habitable.Tras
mucho buscar decidimos que nuestro planeta era la Tierra y que como un niño es
un creador, era labor de ellos convertirlo en un planeta que cumpla estas características
(cada una asociada a los valores que trabajamos):
-
“Una
atmósfera que respire esperanza”
-
“Un planeta en el que la risa sea la mejor
medicina”
-
“Un planeta en el que el amor no tenga
fronteras”
-
“Un planeta donde estemos al servicio de la
naturaleza y no ella a servicio nuestro”
-
“Que la ayuda sea la energía de nuestro planeta
“
-
“Un planeta en el que seamos libres pero
responsable”
-
“Este planeta solo se dejará habitar por
habitantes de planetas distintos, por eso debes compartirlo”
Para ello los niños se dividieron en 6 tribus con
nombres de planetas: Mercus (de Mercurio), Venuris (de Venus), Martensis (de
Marte), Jupiteos (de Júpiter), Sáturos(de Saturno) y Neptalunas (de Neptuno).
El primer día tras la acogida de los niños y la comida
se realizó la gymkana de reclutamiento de las tribus. A continuación cada tribu
creó su planeta y tuvimos la primera catequesis sobre el valor del día, la
Esperanza. Antes de cenar celebramos la Eucaristía en el día de Santiago
Apóstol. La actividad de la noche consistió en una noche de estrellas, en la
que mostramos a los niños todo lo que podemos descubrir con tan solo mirar al
cielo. El día terminó con una pequeña oración.
En el segundo día se trató el valor de la Alegría, para
ello comenzamos con una “levantá” al son de bombo y platillo. A continuación
hicimos unos minutos de oración para dar gracias a Dios por el nuevo día. La
gymkana de la mañana consistió en un Rally fotográfico en la que los niños
tuvieron que realizar unas determinadas fotografías para lo que tenían que
recorrer Ibros. A continuación tuvimos un rato de piscina. Tras la comida
realizamos un taller de decoración de camisetas. Después hicimos numerosos
juegos repartidos por toda la residencia. Y el juego nocturno consistió en el
ya tradicional Cluedo, el cual estaba inspirado este año en “La firma del
Tratado de Paz entre cristianos y musulmanes”. Antes de irnos a dormir hicimos
la oración.
El tercer día comenzó con una “levantá” llena de energía
con los mejores gimnastas (los monitores). Tras la oración y el desayuno,
hicimos la gymkana “Buscando los animales”, inspirada en la historia del arca
de Noé, esta consistía en buscar los distintos animales que había repartidos
por Ibros y hacer las pruebas que nos pedían para poder llevarlos al arca.
Por la tarde tuvimos la catequesis sobre el Amor, y una
catequesis especial para los monaguillos en la que pudimos hablar sobre la
figura de San Tarsicio, patrón de los monaguillos. A continuación hicimos un
taller de divermagic. Tras la merienda hicimos juegos de agua. El juego de la
noche estuvo ambientado en la película de Alicia en el País de las Maravillas.
Finalmente tuvimos un momento de oración para dar gracias por el día.
El cuarto día comenzó a son de cornetas y tambores, “la
semana santa cayó en agosto”. Tras la oración y el desayuno hicimos el juego
“Twister Recicla” en la que pudimos aprender la importancia sobre el reciclaje
y el respeto de la naturaleza a través de distintas pruebastodas con materiales
reciclados. Por la tarde tuvimos un taller de creación de lámparas con cucharas
que resultó en un divertido rato de baile; y después de merendar nos reunimos
por tribus para preparar la actuación de la noche del viernes. Por la noche
llegó la actividad esperada por tantos, la Noche del Terror. Acabamos como
todos los días con un ratito de oración.
En el quinto día la “levantá” estuvo a cargo de los
premonitores, la cual consistió en un Toque de Diana al más puro estilo
militar. A continuación tuvimos la oración y el desayuno. La gymkana de la mañana
estuvo ambientada en el Olimpo de los dioses, los cuales tenían preparadas una
serie de pruebas que las tribus tenían que ir superando. Por la tarde tuvimos
la catequesis sobre la Misericordia, la cual consistió en explicar el Año de la
Misericordia y las Obras de Misericordia, para ello cada tribu hizo un pequeño
comic explicando una de las Obras de Misericordia. Después de merendar tuvo
lugar el tradicional Campeonato de Fútbol que disfrutamos a pesar de la lluvia.
La noche consistió en una velada amenizada con las distintas actuaciones
preparadas por las distintas tribus. Finalmente tuvimos la oración.
En el último día los SanFermines se desplazaron a Ibros
y el día comenzó con un encierro con la mejor ganadería de la provincia,
nuestros monitores y premonitores. Tras el encierro tuvimos la oración. Después
del desayuno hicimos la última Gymkana, la cual consistió en el programa
“Ibreños por el mundo”, los niños tuvieron que recorrer el mundo buscando a los
ibreños que habitaban en Australia, Francia, Brasil…, los cuales le tenían
preparada una prueba para ellos. Al terminar la Gymkana se hizo el recuento
final de puntospero aún quedaba una última prueba, todavía había que buscar el
planeta “soñado”. Para ello un representante de cada tribu tuvo que buscar por
toda la residencia la tarjeta del planeta que fuera más adecuado para habitar,
en base a los valores que habíamos estado trabajando. La tribu que consiguió
encontrarlo fue Neptalunas, los cuales decidieron COMPARTIR el planeta con
todos, así todos fuimos ganadores, ganadores de un planeta en la que poder
vivir todos juntos. Por la tarde recogimos todo, limpiamos las habitaciones e
instalaciones y preparamos la Eucaristía. Poco a poco fueron llegando todos los
padres y pudimos disfrutar con ellos de la Eucaristía, la cual estuvo marcada
por la acción de gracias que reflejó todo lo vivido en el campamento. Tras la
misa tuvimos un rato de convivencia con las familias. Y llegó el momento menos
deseado para todos…la despedida. Hubo lágrimas, de tristeza, pero también de
alegría por todo lo vivido y sabiendo que esto no es un adiós, sino un hasta
pronto.
Desde aquí animo a todos los niños y niñas, monaguillos
y monaguillas,a que vengan a formar parte de esta gran familia. Os esperamos a
todos el año que viene para vivir nuevas aventuras.
Andrés Aldarias Martos
Seminarista de la Diócesis de Jaén
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