El pasado viernes, 12 de enero, nuestro seminario
retomaba una de sus principales actividades mensuales, la oración vocacional
que, cada mes, nos convoca tanto física como espiritualmente a todos los fieles
cristianos que caminamos juntos en nuestra Iglesia diocesana de Jaén.
Físicamente, pues como sabéis, a la oración vocacional estamos invitados todos
y, son muchos los que acuden al seminario, corazón de la diócesis, a rezar
juntos por las vocaciones y, espiritualmente, pues muchos se unen a la oración
desde sus propias parroquias y casas, pues como también sabéis, el material que
se prepara cada mes se envía a través de la Delegación de Vocaciones a todas
las parroquias.
Bajo el título, “Fue
tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder”, nos reuníamos
en la capilla del Seminario para pedir a nuestro Señor Jesucristo por la unidad
de los cristianos, así como por las necesarias vocaciones sacerdotales y
religiosas para que Cristo y su Evangelio pueda ser anunciado y proclamado a
todos los pueblos.
Buena parte del material con el que elaboramos la
oración lo utilizamos del que han presentado las Iglesias del Caribe con motivo
de la semana de oración por la unidad de los cristianos, por ello, incluíamos
en nuestras peticiones las necesidades de esta Iglesia y de estos hermanos
nuestros. El grueso de la oración estuvo marcado por la lectura y meditación de
un pasaje del libro del Éxodo (Ex 15,1-21). La Palabra de Dios nos evocaba que
el camino hacia la unidad tiene que pasar muchas veces por una experiencia compartida de sufrimiento. La liberación de
los israelitas de la esclavitud es el acontecimiento fundacional que los
constituye como pueblo. Para los cristianos este proceso llega a su culmen con
la encarnación y el misterio pascual.
Invocábamos al Espíritu para que a través de él se
rompieran las “cadenas” que, tanto personal como socialmente, causan heridas
que nos obstaculizan y nos oprimen. Así lo simbolizábamos, rompiendo las
cadenas opresoras y cneando una cadena humana con Cristo en el centro de todos
nosotros, quien nos salva y libera.
Finalizábamos nuestro encuentro tal y como siempre
hacemos, compartiendo la cena y la amistad, creando fuertes lazos de
fraternidad.
Os invitamos a la próxima oración vocacional que
tendrá lugar (D.m.) el próximo 9 de febrero a partir de las 20h. en nuestro
Seminario.