Las especiales circunstancias debidas a la pandemia por COVID-19 habían provocado que la gran mayoría de seminaristas no hubiera vivido aún una campaña vocacional tal y como se hacían tradicionalmente. En 2020, se tuvo que anular de forma abrupta debido al confinamiento, y al año siguiente, ésta se redujo a la publicación de material vocacional en las redes y a algunas intervenciones puntuales en las parroquias de Jaén capital.
Este año, gracias a Dios, ha sido diferente, y la hemos podido vivir en tres tramos. El primer fin de semana (4, 5 y 6 de marzo), los seminaristas nos hicimos presentes en nuestras parroquias de origen. El fin de semana siguiente (11, 12 y 13 de marzo), comenzamos con nuestro retiro mensual en la casa de La Yedra, donde recuperamos fuerzas espirituales para dirigirnos desde allí a nuestros destinos respectivos. Regresaríamos a dichos destinos entre el martes 14 y el sábado 19 de marzo.
Nuestra labor ha consistido en hacernos presentes en las diferentes realidades parroquiales, viviendo durante esos días con los sacerdotes de las localidades del arciprestazgo de Martos-Torredonjimeno. Además de estas dos localidades que le dan nombre, nos repartimos también por Los Villares, Valdepeñas, Fuensanta, Jamilena y Torredelcampo, y algunos compañeros hicieron visitas también en Jaén capital.
Charlas prematrimoniales, clases de religión de colegios e institutos y la catequesis, fueron algunos de nuestros diferentes destinos, sin olvidar las propias parroquias. Allí pudimos hacernos uno más con ellos, y es de destacar que en todo momento así nos lo hicieron sentir, mostrándonos su cariño sincero y su dedicación.
De igual manera, fue un gran regalo poder compartir la vida con los sacerdotes, quienes nos trataron de una forma increíble, y nos hicieron partícipes de su ingente realidad pastoral, la cual atienden con total dedicación. Un gran ejemplo de pastores para todos los que nos formamos en el Seminario.
El viernes 18 celebramos una vigilia de oración con exposición del Santísimo en los diferentes puntos en los que nos encontrábamos repartidos. Al día siguiente, día de San José, nuestro patrón, por la tarde nos hicimos presentes en la parroquia de San Pedro Pascual de Jaén, para la bendición de la imagen del Santísimo Cristo de las Aguas en su Sagrada Lanzada. Allí celebramos la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo Sebastián, y pudimos admirar la belleza de la imagen. El Seminario participó también en el apadrinamiento de la obra, por gentileza del Grupo Parroquial de la Sagrada Lanzada.
Por último, el Domingo 20 de marzo tuvimos nuestro encuentro juvenil en el Seminario, donde se realizó la acogida. Desde allí, y tras mostrar a los asistentes la casa en la que nos formamos, nos dirigimos a la Catedral para celebrar la Eucaristía con nuestro Obispo Sebastián. A continuación, nos fuimos en procesión con la imagen de San José en dirección al Camarín de Nuestro Padre Jesús, el Abuelo. Ya en el Seminario, disfrutamos de un ágape fraterno con todos los jóvenes, hicimos una gymkana vocacional para dar a conocer la vocación sacerdotal, y terminamos con un concierto-adoración por gentileza del grupo Kehilá, quienes nos ayudaron a ponernos en oración.
Nuestro más sincero agradecimiento a todos los que han hecho posible esta campaña vocacional. Pedimos por todos vosotros.
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