La tarde del pasado jueves 2 de diciembre, nuestro Obispo D. Sebastián vino a visitarnos. Tras un momento en el que nuestros formadores le mostraron las instalaciones de nuestra Comunidad, celebramos juntos la Santa Misa.
En la homilía, nuestro nuevo Obispo comenzó mostrando su agradecimiento tras unos días "muy bonitos", en los que destacó la gran acogida y el cariño que ha recibido por parte de toda la Diócesis, y compartió con nosotros que su "único proyecto es cumplir la voluntad de Dios, y unirse con el pueblo en la búsqueda de Su voluntad".
Tuvo a continuación unas palabras de ánimo y felicitación para los seminaristas, por "querer edificar la vida en la Roca firme, y acoger la Palabra de Dios internamente, y externamente". D. Sebastián es consciente de que el camino "no es fácil, pero el Señor lo hace fácil siempre que no nos construyamos murallas y confiemos en Dios, que es la Roca perpetua, la Roca firme".
D. Sebastián hizo referencia también al comienzo del tiempo de Adviento, en el que se nos alienta a la esperanza y a llenarnos de la gracia de Dios, pero que es también un tiempo de conversión, individual y comunitaria.
Nos invitó también a confiar en el Señor, y a preguntarnos dónde tenemos el corazón, poniéndole nombre "a esas cosas que nos despistan de Dios en este momento en nuestra vida, y ponérselas al Señor delante para que las derribe". Nos exhortó a tener mucho ánimo, a vivir este Adviento con paso firme, y a que nuestra vida sea "imitar a la Virgen María en esa disponibilidad".
Para terminar, nos invitó a pedir por las vocaciones al sacerdocio, la vida religiosa y los matrimonios.
Ya en la cena, nuestro Obispo se mostró muy cercano y pudimos conversar y presentarnos. Él nos compartió su experiencia vocacional, alabó el trabajo realizado hasta ahora y manifestó su deseo de continuar impulsando la pastoral vocacional. Nos invitó a orar y terminamos nuestro encuentro dirigiendo una oración a la Virgen María.
Desde el Seminario estamos muy ilusionados en continuar trabajando juntos por el Reino de Dios. D. Sebastián, pedimos por usted.
No hay comentarios:
Publicar un comentario